Datos personales

Medellín, Antioquia, Colombia
Email: acetere23@yahoo.es

HORARIO DE ATENCION

HORARIO DE ATENCION:

En la semana, de 2:00 pm a 7:00 pm.

Sábados: de 9:00 am a 12:00 m

Para solicitar citas, comunícate con el 3008022620



Nada te turbe

lunes, 7 de noviembre de 2011

EL PERDON


“El mejor regalo que uno puede dar es el perdón.”
 Pedro Sifontes

El  perdonar es muy importante  si tú quieres vivir una vida extraordinaria. Me he encontrado con muchas personas atrapadas en sus culpas, pesares y en sus rencores, muchos de ellos queriendo poder perdonar pero “no pueden”, están luchando consigo mism@,  y esto sucede porque sus expectativas son equivocadas acerca del perdón.
Es cierto que la vida no es justa, que hay gente que lastima, que te han hecho daño y que no merecen tu perdón. Pero, ¿Será eso lo que Dios quiere para tu vida?  ¿Será que Él quiere que vivas amargad@?
Entiende que el rencor no es un sentimiento agradable. Cada vez que piensas en la persona o en la circunstancia que lo provocó, vuelves a experimentar todas esas sensaciones desagradables como: ira, impotencia, frustración, dolor, ansiedad… todo eso es basura tóxica que te causa estragos físicos en tu salud emocional y en tu mente.
Pero si Dios no quiere que viva amargad@, ¿Qué hago con esas heridas? ¿Cómo saco este rencor?  ¿Cómo perdono?
Es importante entender lo que es el perdón, y lo que no es.
1.      No es un asunto de emociones. No tenemos que esperar  sentir alguna simpatía por el ofensor, para poder perdonarle.
2.      No es excusar. No significa aprobar lo que hizo esa persona. No necesitamos estar de acuerdo con el ofensor ni tenemos que buscar excusas por su comportamiento.
3.      No significa confiar nuevamente en el ofensor. Esto es particularmente importante cuando el ofensor no se arrepiente (y esto es muy frecuentemente el caso). El perdón, en este caso, no significa que la relación personal sea restaurada. La relación es restaurada solamente cuando el ofensor se arrepiente sinceramente, pide perdón y hace restitución. Mientras no sucede esto, no hay razón para confiar en él, ni mucho menos tener una relación amistosa con él.
4.      No es olvidar. Algunos piensan que no han perdonado realmente porque siguen sintiéndose herid@s y no pueden olvidar la ofensa. El “olvidar” de Dios significa que Él ya no recordará estos pecados “en contra de nosotros” (Salmo 79:8), o sea, no los utilizará para acusarnos.
5.      Perdonar es una decisión. Es un asunto “legal”. Perdonar significa “soltar” o “condonar una deuda”.
6.      Perdonar es un proceso. Nunca es bueno presionar a alguien: “Perdona no más” – esto lleva solamente a un perdón muy superficial.
En algunos casos tendremos que perdonar muchas veces; cada vez que la herida surge nuevamente en nuestros recuerdos. Jesús nos enseñó a perdonar “setenta veces siete” (Mateo 18:22).
El perdonar es algo que haces por ti mism@, no por la persona que te hirió. Cuando perdonas te liberas a ti mism@ de poder volar, vivir a plenitud y con salud de mente, cuerpo y espíritu.
“Abandonen toda amargura,… y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.” Efesios 4:31,32
El mejor regalo que tú recibiste si eres cristian@ fue el perdón de Dios y si Dios te ha perdonado, Dios espera que tú perdones.  Tú nunca tendrás que perdonar a otra persona, más de lo que Dios ya te ha perdonado. Y si no eres cristian@ tú también puedes recibir el regalo del perdón por medio de Jesucristo para que puedas otorgar el perdón. Recuerda: “Nadie puede dar aquello que no tiene y nadie debe recibir aquello que no quiere”. Tú no puedes permitir que las personas te hieran. Las personas no te pueden dañar si tú no les das el permiso. Dile adiós a tus rencores y comienza a vivir la vida de una manera extraordinaria.



Apoyado en "Energías Femeninas".

No hay comentarios:


Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan cortoque sufrir ...es una pérdida de tiempo. SOMOS HIJOS DEL AMOR, por lo tanto nacemos para la felicidad -fuera de la felicidad son todos pretextos- y debemos ser felices también por nuestros hijos,porque no hay nada mejor que recordar padres felices.